Una plaga de escarabajo del olmo y oruga procesionaria parece ofrecer resistencia y hacerse cada vez más complicada en Madrid. Los expertos del Ayuntamiento de la capital la califican como la peor plaga de la historia reciente de la ciudad, por lo que la situación podría ser bastante preocupante.
Este problema podría deberse a una serie de circunstancias que se han producido a lo largo de las pasadas temporadas. El clima es uno de los potenciales culpables de esta situación, ya que ha habido un invierno especialmente suave y esto ha provocado menos mortalidad natural que otros años. Estos insectos pueden haber sobrevivido en mayor cantidad por encima de temporadas pasadas, y a esto se le suma de en el anterior invierno no se obtuvieron permisos para utilizar productos químicos enfocados a la fumigación.
Se ha restringido a nivel europeo el uso de insecticidas en zonas delicadas como pueden ser los parques y colegios, aunque solo durante un tiempo determinado. Los productos químicos gestados para eliminar insectos como el escarabajo del olmo o la oruga procesionaria son cada vez menos agresivos y menos violentos de cara al contacto humano. Es muy complicado que puedan suponer un riesgo real para la salud de las personas, y a cambio pueden evitar una plaga.
El buen clima causa problemas
Estaba prevista una barrida para eliminar buena parte de los bolsones donde se crían este tipo de insectos, pero una primavera anticipada cambió los planes. Para hacernos una idea, cada nido alberga unas 150 o 200 orugas. Gracias al buen clima prematuro, el descenso de los pinos de la oruga procesionaria se produjo prácticamente un mes antes, para adentrarse en el suelo convertirse ya en una mariposa.
En vista de este problema, se ha intentado adelantar también el proceso de intervención. Se están retirando una cantidad entre 600 y 700 nidos al día por toda la superficie de Madrid, casi el doble que en otros años en los que estos insectos se estaban comportando de una manera normal.
El peligro de la extensión de la plaga
Tal vez parezca algo inocente, pero lo cierto es que las orugas pueden ser peligrosas y especialmente en grandes cantidades. El peligro está focalizado sobre todo en los niños y en las mascotas.
Sería importante evitar el tocar o manipular a los insectos con palos, ya que estas orugas lanzan sus pinchos como sistema de defensa. En algunas ocasiones se registraron casos de ceguera producidos por la caída de un bolsón en la cara de algunas personas, y grandes problemas en perros a los que se ha tenido que cortar la lengua por introducir un nido o una oruga en la boca. En el caso de encontrarse con este tipo de insectos lo mejor es avisar a las autoridades.
Actualmente se ven afectadas diferentes zonas de Madrid, como pueden ser la Latina, Fuencarral, Villa de Vallecas, Puente de Vallecas y Villaverde. Este año se está viviendo con especial intensidad en estos céntricos puntos, así que será mejor actuar con cautela.